
Es un camino que baja por la falda de la montaña hasta la Carretera de les Aigues. A pesar de estar cerca de la ciudad está bien, un lugar bonito donde buscar hormigas...

levanto una piedra y debajo están estas Camponotus sylvaticus, una especie grandota cuyos soldados dan respeto...intentaban morder todo lo que tenían al alcance.

Y he aquí que una colonia de Messor barbarus decidió montar el nido en medio del camino, en una grieta de la roca.

Las Tapinoma nigerrimum no iban a ser menos, así que por allí andaban también. Tenían montada una red de nidos en el camino, en algunos sitios habían movido una cantidad ingente de tierra (para su tamaño claro...) aunque no es el caso de esta foto.

Y para acabar, unas Crematogaster scutellaris, preciosas como siempre, más abajo, en un pinar.


Y eso es todo por el momento. A ver si un día voy a dar una vuelta con la cámara por Montjuich, que aunque más humanizado la variedad de hormigas no es pequeña y también es un buen lugar para un safari mirmecológico, al lado de casa
