Los estudios citogenéticos en hormigas han llegado a la conclusión que los cambios en el cariotipo han ido acompañando la diferenciación de géneros y especies hormigas, y que de las posibles modificaciones en los cromosomas (inversiones, translocaciones, etcétera) parece que los cambios de tipo Robertsoniano (un tipo de translocación cromosómica) son los principales responsables de los cambios en los cariotipos de las hormigas. Llama sobre todo la atención que entre las hormigas hay una distribución asimétrica de las mutaciones cromosómicas de manera que las translocaciones son más frecuentes en especies con un número pequeño de cromosomas mientras que los cambios Robertsonianos tienen lugar principalmente en especies con muchos cromosomas.
El número de cromosomas (recordemos que el hombre tiene 46 cromosomas, 23 pares porque somos diploides) en las hormigas varía de 1 a 60, pero la mayoría está entre 8 y 27.
En las hormigas con pocos cromosomas éstos son más grandes que los de las hormigas con muchos cromosomas. Las hormigas más primitivas presentan los casos extremos en cuanto a número de cromosomas. Así, géneros primitivos como Ponera tienen entre 3 y 6 cromosomas y las también primitivas Dinoponera tienen entre 53 y 60 cromosomas. También presentan los casos de máxima variación, así las Pachycondyla pueden tener de 6 a 52 cromosomas y las Myrmecia de 1 a 42. En cambio, las hormigas de las familias menos primitivas y por tanto más evolucionadas tienen un número menos variable de cromosomas: Dolicoderinae de 5 a 16, Formicinae de 9 a 28 y Myrmicinae de 4 a 35.
Así, los autores del artículo llegan a la conclusión que en la evolución de las hormigas se tiende a la optimización del cariotipo.
Los investigadores también han observado que los polimorfismos en los cromosomas de las hormigas son abundantes en todas las especies pero en las más primitivas son más simples y son originados sólo a partir de dos formas cariotípicas.
Siempre, la probabilidad de fijación de una nueva mutación es más grande en las poblaciones pequeñas pero un aspecto importante a tener en cuenta en los insectos sociales como las hormigas es que el efecto del tamaño de la población, que es muy importante para el resto de organismos, no lo es en el caso de las hormigas ya que son muy pocas las que se reproducen respecto a la población total de la colonia y en las hormigas el efecto del tamaño de la población depende no solo del número de colonias sino también del nivel de poliginia que haya. Por lo tanto la tasa de aparición y fijación de mutaciones en hormigas puede variar mucho entre especies del mismo género e incluso entre poblaciones de la misma especie.
Esto hace que la evolución del cariotipo de las hormigas sea muy diferente a la del resto de organismos no sociales y que podamos encontrar casos en que la especiación haya ocurrido sin cambios cariotípicos y otros donde especies del mismo género tengan cariotipos muy distintos como también ocurre en algun grupo de animales como los mamíferos.
Éste y otros artículos interesantes los tenéis en el sitio web de Myrmecological News, una revista que se puede decir que es la más dinámica últimamente en cuanto a publicación científica de hormigas (en el 2009 ha entrado en el exigente club de revistas científicas de élite de la ISI WEB of SCIENCE y seguro que pronto conseguirán entrar en el ranking de citaciones de artículos del Impact Factor).
Podéis acceder al artículo completo (de libre lectura y bajada aunque no se puede imprimir) aquí:
Lorite, P. & Palomeque, T. (2010) Karyotype evolution in ants (Hymenoptera: Formicidae), with a review of the known ant chromosome numbers. Myrmecol. News 13: 89-102 Online Earlier
P.S. Doy las gracias a Kiko por darme la noticia y el enlace al artículo
